Ciclo B: XV domingo del tiempo ordinario

1ra lectura: Amós 7, 12-15
Salmo responsorial: 84
2da lectura: Efesios 1, 3-14
Evangelio: Marcos 6, 7-13
LES ENCARGÓ QUE LLEVARAN PARA EL CAMINO UN BASTÓN Y NADA MÁS…
El desprecio a los auténticos profetas nunca faltará. Yo diría que es parte del presupuesto. Pero, deberá prevalecer la llamada del Señor: “El Señor me sacó de junto al rebaño y me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo de Israel”. La perseverancia del profeta en su labor de llevar la presencia del Señor a todo ámbito del quehacer humano, aunque pareciera absurda en tantos casos, tiene que ser el caballito de batalla del profeta. El cristiano debe asumir con responsabilidad su papel de profeta como bautizado. Ahora, como nunca antes, en esta sociedad, se necesitan testigos de la verdad y la honradez. La perseverancia junto al testimonio de vida del profeta, quiérase a no, será llamada de atención para muchos. Podrá ser despreciado o ridiculizado pero, cuestionará. Recordemos que el objetivo de un profeta no son los aplausos, cuanto sí anunciar y denunciar con la Palabra del Señor. Hoy, el Maestro nos invita a descansar solo en el bastón de su presencia, y a rechazar todo aquello que, a la larga o a la corta, esclavizará y obstaculizará dar testimonio auténtico de Jesucristo. Hoy el Señor nos invita a no desfallecer en la siembra para que abunde la cosecha. Con optimismo y entusiasmo caminemos por la vida sabiendo que somos testigos del amor. El papa Francisco nos dice: “No somos testigos de una ideología, no somos testigos de una receta, o de una manera de hacer teología. No somos testigos de eso. Somos testigos del amor sanador y misericordioso de Jesús. Somos testigos de su actuar en la vida de nuestras comunidades”.
SEÑOR, QUE EL RECHAZO DEL MUNDO NO SEA MOTIVO PARA DECLINAR COMO PROFETA.
P. Víctor Emiliano