EL AGUSTINO RECOLETO ES AMANTE DE LA VIDA DE COMUNIDAD

El agustino recoleto es amante de la vida de comunidad. Con alegrías, gozos y sinsabores sigue caminando pero, en comunidad. La comunidad es la nueva familia del religioso. Sin olvidar a su familia de sangre, que siempre es bienvenida, ahora tiene su familia de fe. Ella le cuida, le orienta, le corrige, le alimenta, le viste; de la comunidad dimanan los trabajos y diversas tareas del religioso; en pocas palabras, el religioso se debe a su comunidad. Los lazos que unen al religioso y la comunidad no son, básicamente afectivos, son, nada menos, lazos de amor. El religioso permanece en la comunidad no porque le agrada cuanto sí porque le ama. Es el amor fraterno el que une a los religiosos, por ello se puede afirmar que la comunidad es expresión y sacramento de Dios, y siempre será la mejor comunidad.

P. Víctor