
La vocación del agustino recoleto es la continua conversión a Cristo
La llamada del Señor siempre es constante y la respuesta a dicha llamada debe ser igual. Esta no puede quedar en un simple acontecimiento del pasado, y celebrarla cada cierto numero de años. Aquí radica la necesidad de la continua conversión a Cristo. Esta continua conversión nos lleva a renovar de modo constante nuestro sí al Señor de la vida. Esta es la vocación del agustino recoleto. Nadie es cristiano de vez en cuando, nadie es agustino recoleto de vez en cuando; se es cristiano y agustino recoleto como un estado de vida, es decir de modo constante.
La oración es el medio por el que el agustino recoleto mantiene vivo su amor y entrega constante a Cristo. Sólo en él puede construir su propia unidad interior evitando la dispersión, sólo así puede hacer comunidad, solo así se puede ser agustino recoleto.
Reflexión 7: P. Víctor Emiliano