Ciclo B: IV domingo de adviento

1ra lectura: 2 Samuel 7, 1-5.8b-12.14a.16

Salmo: 88

2da lectura: Romanos 16, 25-27

Evangelio: Lucas 1, 26 – 38


 

AQUÍ ESTÁ LA ESCLAVA DEL SEÑOR, HÁGASE EN MÍ SEGÚN TU PALABRA.


 

A puertas de celebrar la navidad la liturgia nos presenta el texto de la anunciación, del evangelio de Lucas. El ángel anuncia a María el deseo de Dios: que sea la madre de su Hijo. Llama la atención los detalles del ángel para María al darle explicaciones y esperar su respuesta. ¡Vaya escándalo!: Los planes de Dios supeditados a la respuesta de una criatura. Y es así, Dios nunca impone, él propone y espera respuestas. Toda la historia de la salvación, hasta nuestros días, ha sido una propuesta de Dios y una respuesta del hombre, afirmativa o negativa. De la respuesta depende que las cosas marchen por donde tienen que marchar. El ángel se retira luego de la aprobación de María: “Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”, y es así como empieza a marchar el tan ansiado plan de redención. María no hace lo que Dios quiere, ella desposeída de sí misma deja que Dios haga en ella lo que él quiere. La grandeza de María radica en no poner nada de sí para que sólo Dios actúe. Sólo la criatura vaciada de sí es la que puede estar llena de Dios, por eso María es la llena de gracia, la mujer plena, la única criatura preparada para regalar al mundo la presencia del Hijo de Dios. Por el “sí” de María la humanidad celebra hasta hoy la navidad: el Dios con nosotros.

SEÑOR, QUE MI RESPUESTA A TUS PLANES SIEMPRE SEA UN “SÍ”.

P. Víctor Emiliano