Ciclo A: La Sagrada Familia
1ra lectura: Si 3, 2 – 6. 12 – 14
Salmo: 127
2da lectura: Col 3, 12 – 21
Evangelio: Mt 2, 13 – 15.19 – 23
Y POR ENCIMA DE TODO ESTO, EL AMOR, QUE ES EL CEÑIDOR DE LA UNIDAD CONSUMADA.
La fiesta de la sagrada familia es un llamado, serio y formal, a conservar, en una época difícil, la institución sobre la que se edifica la sociedad: la familia. Es la oportunidad para resaltar el rol del matrimonio en una relación estable que asegure el desarrollo sano y equilibrado de la prole, e insistir en la responsabilidad que tienen los padres “hombre y mujer” en la educación de los hijos. Los valores elementales para la buena marcha de cualquier sociedad se ven reflejados en la humildad y sencillez del hogar de Nazaret. El amor, la confianza, el respeto, el diálogo, el trabajo, la fidelidad, la transparencia, la honradez y la misma complementariedad entre los esposos son valores tan venidos a menos en muchos hogares “modernos” que puede parecer una utopía un hogar tan bien adornado y constituido, pero que gracias a la Sagrada Familia podemos decir: es posible su existencia. Ciertamente los problemas y dificultades no van a faltar, como no faltaron en el hogar de Nazaret, pero con el corazón abierto y dispuesto, y con una fe firme todo aquello, poco a poco, siempre se superará. Se piensa, con frecuencia, que la Sagrada Familia no es de este mundo y, por lo tanto, exenta de todo lo que aqueja a este mundo; por su puesto, nada más irreal. Si profundizamos un poco más en el contexto cotidiano de la Sagrada Familia, se podrá observar que tiene mucho del contexto de nuestras actuales familias.
Las lecturas de este domingo constituyen un magnífico plan que llevado a la práctica, o con tan sólo intentarlo, el mundo evitaría situaciones difíciles y dolorosas. Las palabras de Jesús, en otro texto del Evangelio, “Yo he venido para que tengan vida, y vida abundante” tienen que mover el corazón de muchos que dirigen las naciones y organizaciones mundiales para que tomen conciencia de la tarea crucial de cuidar a la familia para tener “vida abundante”. Lamentablemente la soberbia y la ignorancia de falsos líderes, y cuantos movimientos auto proclamados “de avanzada” han logrado confundir a la gente y distorsionar la imagen de lo que es una verdadera “familia”.
En la familia de Nazaret, la familia de Jesús, el mundo tiene un paradigma a seguir.
SEÑOR JESÚS QUE SEPA DEFENDER CON MI ESTILO DE VIDA EL MODELO DE FAMILIA QUE TÚ NOS DEJASTE.
P. Víctor Emiliano