Que nadie se procure nada para sí mismo

El agustino recoleto se caracteriza por tener todo, pero en común. No tiene nada propio. Todo lo que usa lo recibe de la comunidad y lo recibe agradecido, como don, no como derecho y siempre se esmera por cuidar lo recibido. Todo bien que usa no lo posee como expresión de riqueza personal sino como algo necesario para bien propio y de la comunidad. El hecho de recibir algo y no tenerlo como propio es expresión de pobreza. El fraile no vive de la comunidad, hace comunidad y la sirve, y lo que recibe de ella es motivo de constante agradecimiento. El que no sirve a la comunidad se sirve de ella, y aunque nadie lo perciba el religioso debe saber que su comportamiento es propio de un vividor y no de un hermano en la comunidad. El agustino recoleto está convencido que tener todo en común preserva de egoísmos y ambiciones personales que esclavizan y deforman las buenas relaciones. Los bienes, en la medida que los comparte, son buenos y edifican, pero los pierde en la medida que se los apropia.

Reflexión 13: P. Víctor Emiliano