No tengan altercado ninguno

El agustino recoleto sabe que las dificultades de convivencia en la comunidad nunca van a faltar. Él sabe, también, que no deben permanecer. De allí la necesidad de la madurez en los candidatos a la vida religiosa. No tiene sentido lógico que la comunidad unida por el Espíritu viva desintegrada por el odio o los complejos de sus integrantes. Cada uno tiene su temperamento y manera de ser; los frailes que conforman una comunidad son de diferentes edades e idiosincrasias, son de diferentes nacionalidades y, sin embargo, todos deben convivir y mostrar al mundo que lo que les une no son lazos afectivos o sentimentales sino el amor.

Es trabajo cotidiano de  los frailes construir la comunidad. Ojalá nunca existan los altercados pero si los hubiera, por la razón que sea, hay que apresurarse a solucionarlos. No hay experiencia mas hermosa que convivir los hermanos unidos con una sola alma y un solo corazón dirigidos hacia Dios. Es bueno recordar que la comunidad es un regalo de Dios pero, también, esfuerzo del fraile.

Reflexión 14: P. Víctor Emiliano