Ciclo A: Domingo XXI del tiempo ordinario

1ra lectura: Isaías 22, 19 – 23
Salmo responsorial: 137
2da lectura: Romanos 11, 33 – 36
Evangelio: Mateo 16, 13- 20
Y VOSOTROS, ¿QUIÉN DECÍS QUE SOY YO?
Esta pregunta es crucial en la vida de todo cristiano, y más todavía, la respuesta que se dé a esta pregunta. De la respuesta que se dé depende la vida. ¿Quién es Jesús para mí? Es fácil responder usando conceptos preconcebidos, que al fin y al cabo es la respuesta y el estudio de otros. Hoy el Señor pide una respuesta personal, como tienen que ser las respuestas a los acontecimientos importantes de la vida. Toda respuesta implica un compromiso, incluso si se niega a Jesús. San Agustín nos dice que es diferente creer en la existencia de Jesús que creer en Jesús. Muchos que se proclaman cristianos, y esto podrá sorprender a propios y ajenos, creen en la existencia de Jesús pero, lamentablemente su vida demuestra que no creen en Jesús. Hasta el demonio cree en la existencia de Jesús pero no cree ni vive en Jesús. Estos podrán responder la primera pregunta pero difícilmente la segunda, porque no han tenido una experiencia personal que los capacite para dar una respuesta, también, personal.
Hoy, más que antes, se necesita gente comprometida con su fe, gente que tenga claro quién es Jesús y se mantenga firme en medio de un mundo cambiante, se necesita gente que sin quitar la mirada en Jesús vaya abriendo caminos y sentando las bases de una sociedad que irradie la paz y el buen olor de Cristo.
SEÑOR, ¿QUIEN ERES TÚ? AYÚDAME A DESCUBRIRTE EN MI VIDA DIARIA.
P. Víctor Emiliano