ZANCUDOS
Hola Teodoro, cómo estás. Gracias por tu confianza. Ojalá te puedan ayudar estas líneas en respuesta a lo que conversábamos la vez pasada.
Mira, en varias oportunidades he confesado a personas que me dicen sentirse agobiadas por los malos pensamientos. Yo suelo decirles que no se desesperen, que tomen las cosas con calma y que eviten obsesionarse. La obsesión nunca es conveniente porque te mantiene centrado en lo que rechazas y te predispone para seguir cayendo en lo mismo. Y es más, puedes caer en el extremo de ser escrupuloso.
Las comparaciones son útiles para explicar con más detalle. Los malos pensamientos suelo compararlos con los zancudos. Estos insectos siempre están, hasta donde menos te imaginas. En época de calor las ventanas de la casa suelen permanecer abiertas y es inevitable que se filtren. Nadie, en sus cabales, acaba peleando con los zancudos y desesperándose porque están allí; o, simplemente, dada la abundancia de los mismos expone su cuerpo para que le acribillen con las picadas. Hay que reconocer que la vida de cualquier mortal está expuesta a estos insectos. Así son los malos pensamientos. No puedes evitarlos. La tarea, y dígase de paso, la de toda la vida, consiste nada más que en espantarlos y, obviamente, evitar que te piquen.
¿Qué cosa espanta a los zancudos? Cualquier persona sencilla te respondería: los repelentes y las mayas en las ventanas. Vamos a interpretar esta respuesta. El primer repelente que yo considero es la oración, tu contacto con el Señor no debe faltar diariamente. Junto a la oración debes trabajar la humildad. No te olvides que solo los humildes reconocen su enfermedad y visitan al médico. La vida de sacramentos, el santo rosario, ofrecer las actividades del día al Señor y la vida piadosa, sobre todo las obras de misericordia, son repelentes que complementan el primero. Las mayas en las ventanas significan los medios que humanamente tú puedes poner. Yo recomiendo descartar las malas amistades y promover las constructivas junto con las buenas conversaciones, evitar los programas nocivos en la televisión o páginas en el internet, cambiar de actividad cuando se sientan los zumbidos de los zancudos. Una maya muy buena es que tengas una persona de confianza y con la cabeza bien puesta en la vida recta que te pueda orientar en los momentos que te sientas débil y, no estaría mal un asesor espiritual.
Bueno chico, hay tantas cosas más, pero yo creo que estas son las más prácticas. Ponles empeño y ten por seguro que habrá resultados, no tanto por tu esfuerzo como por gracia de Dios al ver tu esfuerzo.
Saludos Teodoro, hasta la próxima.
P. Víctor Emiliano