No te adelantes a los hechos. Te preocupes o no las cosas sucederán como tienen que suceder. No tiene sentido esmerarse por algo que todavía no existe y que no tienes certeza que será. Sé feliz, no te maltrates, espera las cosas con paciencia, y luego actúa.

No actúes movido por prejuicios. Estos son juicios previos que te disponen para una situación que tú no sabes cómo será. Al comenzar algo en tu vida sé positivo, siempre optimista, sin llegar al extremo de ser iluso. Sé feliz.

Ojo, ten cuidado con la forma cómo llevas tus actividades y asumes tus logros. Recuerda que no se trata de ser el mejor, sino de ser feliz; no se trata de ganar sino de crecer.

Sin caer en extremos, ten siempre a la mano todo aquello que te da gratos recuerdos: fotos, música, objetos. Sé feliz con todo aquello que te reconforta y motiva a seguir adelante.

Es admirable ver cómo los niños son, simplemente felices, con cosas tan sencillas. Vaya, cuánto tenemos que aprender los que nos llamamos “adultos”. Si quieres ser feliz, ya sabes por donde va el camino.

El trabajo dignifica al hombre, claro que sí, pero cuando lo esclaviza…El trabajo que  esclaviza te destruye. ¡Sé feliz! ¡Libérate! Recuerda que el trabajo es para el hombre y no el hombre para el trabajo.

Celebra y disfruta de tus logros, pequeños o grandes. Estos son el motor para otros pasos que quieras dar en la vida. No esperes dádivas, celebra lo que tú lograste. Sé feliz. Ah, y nunca olvides de ser agradecido.

El bullicio del ajetreo cotidiano deprime y agota, y te dispersa. Busca momentos en los que puedas estar solo y procura encontrarte a ti mismo. Aunque parezca pérdida de tiempo, por tu armonía y felicidad de vez en cuando, es bueno hacerlo.

Vaya, qué sobrecarga con los ajetreos de la vida, la existencia cada día se torna más complicada. Pareciera que esto es lo más normal en la cotidianidad. Y las excusas no faltan para justificar este duro panorama. Pero ¿Eso es vida? Creo que la palabra clave para descongestionar el ambiente es “sencillez”. ¡Qué reconfortante es una vida sencilla! Atrévete a dar pasos en la sencillez. Sé feliz.

Los pequeños detalles que se dan o se reciben son los que van construyendo la felicidad. Atrévete a ver los que recibes, siempre están allí, es cuestión de verlos. Nunca te olvides de dar alguno.

La vida implica retos, la vida misma es un reto, manejar la propia vida es un reto. Sé capitan de la nave de tu vida. No permitas que las olas del mar en el que navegas puedan sobre ti. Tus habilidades y talentos te califican como único, adornan tu vida y te hacen especial. Descubre y usa la riqueza que llevas entre manos y, atrévete a ser feliz.

Nada mas reconfortante que pasarla bien con la familia. Cuando adolescentes los amigos fueron prioridad. Poco a poco la vida nos va enseñando que lo único que tenemos, en realidad, es la familia. Sé feliz, disfruta de tus seres queridos, encuentra en ellos tu soporte y regocijo. No busques fuera lo que tienes a mano.

Nada mas hermoso que perdonar o ser perdonado. Sé feliz, supera el orgullo. El “no perdonar” te esclaviza y lastima, es un autogol en tu vida. No puede ser que pases la vida con esa espina clavada en el corazón.

Serás feliz a la vez que tú construyas, pieza por pieza, tu realización personal. No importa el tiempo que dure la construcción, lo que importa es que disfrutes y seas feliz construyendo.

La felicidad no se refleja en la risa o carcajada sino en la paz interior que se experimenta cuando sabes que estás haciendo lo que tienes que hacer.

Si quieres ser feliz deja tus caretas y muestra lo que eres. No seas atractivo por lo que aparentas.

No todo es “trabajo” en la vida. Programa un espacio para que pongas en práctica tus talentos y habilidades: pintar, cantar, diseñar, etc. Tu familia también necesita de ti, diviértete con ellos. Disfruta de tus talentos y goza con los que amas. Sé feliz.

Toda persona tiene habilidades y talentos. El trabajo de cada uno es descubrirlos y potenciar cada uno de ellos. En la medida que se vivan y sirvan para el bien de los demás tu felicidad será plena. Anímate, todos tenemos talentos. ¿Cuales son los tuyos?

La situaciones dolorosas del pasado no deberían intervenir en tu presente. El secreto del éxito está en aceptar todo aquello que pasó y registrarlo como parte de tu historia. Cuanto más rechaces aquella situación difícil de tu historia más daño te causará.  Sé feliz, estate en paz contigo mismo, con tu historia, con tu entorno. Solo así la vida será diferente. Hay una frase sencilla y bonita escrita al lado de una copa y dice así: Un brindis por lo que ayer dolió y hoy ya no importa. Ojalá te ayude.

Conocerse uno mismo es necesario. El simple hecho de intentarlo ya es bastante. Pero, mucho mejor si te aceptas. Poco servirá conocerte y no aceptarte. Sólo así podrás tener entre manos los que eres. Sólo así podrás potenciar lo bueno y comenzar el proceso de sanación de las heridas que hayas podido descubrir. Anda, sé bueno contigo mismo. Sé feliz.

Los momentos amargos, las asperezas con los que vives, los problemas del índole que sean, el mal humor o, simplemente, situaciones duras de la vida, no pueden faltar. No es real una vida que no experimente momentos así. Puesto que la felicidad ni la infelicidad vienen de fuera, estas situaciones no pueden abrumarte. Atrévete a convertirlas en retos que debes vencer. Es de inteligentes convertir las adversidades en fortalezas. Sé feliz y disfruta.

Ten presente que la persona que odia y no perdona es esclava de su propio rencor. ¿Cómo ser feliz cuando el corazón rebosa de odio? ¿Cómo sonreír cuando todo es amargo y mustio? El perdón es la llave para liberar el alma y descansar plácidamente en el transcurso de la vida.

¿Quien no quiere la paz? Qué satisfacción es vivir en paz con uno mismo. La paz no viene de fuera, nada externo puede darte algo tan hermoso como la paz. La paz se va construyendo en el interior con los pequeños detalles de la vida. La persona llena de paz es pacífica, comprensiva, paciente, sencilla, es atractiva. La persona que vive en paz es feliz.

Conocerse a sí mismo es tarea fundamental en la vida. Conocer las habilidades, destrezas, debilidades, fortalezas y, sobre todo aceptarlas, permite el crecimiento del individuo. Sólo la persona que se conoce puede corregirse, potenciar sus talentos y mejorar sus relaciones interpersonales. De ella se puede afirmar que está por el carril de la felicidad.

Todo ser humano está llamado a ser feliz. Lograr la felicidad es tarea fundamental e impostergable en la vida. Una pista para comenzar a construirla: La felicidad está dentro de ti.