De la mano del Señor todo reto es bienvenido. Atrévete a dar pasos en el camino de la santidad: Solo desde el amor la libertad germina, sólo desde la fe van creciéndole alas. Desde el cimiento del mismo corazón dspierto, desde la fuente clara de las verdades últimas. Ver al hombre y al mundo con la mirada limpia y el corazón cercano, desde el solar del alma. Tarea y aventura: entregarme del todo, ofrecer lo que llevo, gozo y misericordia. Aceite derrammado para que el carro ruede sin quejas egoístas chirriando desajustes. Soñar, amar, servir, y esperar que me llames, tú, Señor, que me miras, tú que sabes mi nombre. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Amén.