Buscan la gloria de Dios sirviendo en sus comunidades, siempre desinteresadamente. Son sencillos, humildes y agradecidos. Son campeones en generosidad.
PASTORAL DE LA SALUD, SIEMPRE EN SALIDA
Es la caricia de Dios para los enfermos. Los ministros de la comunión, con su visita mensual en el campo y la ciudad, son los samaritanos de la parroquia.
FORTALECIENDO LA FE
La compañía del pastor fortalece la fe del pueblo de Dios. En sus momentos más importantes debe estar el pastor. Este es el mejor cuidado que se le puede brindar.
HACIENDO AMISTAD, HACEMOS IGLESIA
La confianza, la sonrisa, la cercanía y el calor humano conducen a la amistad. El pastor debe ser amigo de su gente. La amistad todo lo facilita.
NIÑOS Y JÓVENES, PRESENTE DE LA IGLESIA
Los niños y jóvenes no son el futuro son el presente. Su cuidado es vital. Si queremos un “futuro mejor” mucho mejor debe ser el presente de estos niños y jóvenes.