MENSAJE-VIDEO/SEMANA AGUSTINIANA 2020

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          Queridos hermanos, el país y el mundo atraviesan una situación complicada debido a la pandemia que no cesa y que a su paso crea zozobra y dolor. Aprovecho esta oportunidad para expresar mi solidaridad y cercanía con todas aquellas víctimas de esta enfermedad. A los que están enfermos y padecen en carne propia los dolores de este mal y como no, a las familias que  impotentes ven a sus seres queridos dañados o los han perdido. Para ellos nuestro abrazo, oración cotidiana y nuestra ayuda material en lo posible.

          Pero, somos gente de fe y no podemos callar y dejar de lado el llamado del Señor a la esperanza y a reconfortarnos en Él. Es por ello que al comenzar la semana agustiniana saludo a cada uno de los frailes, a los hermanos fraternos, a las comunidades JAR, madres Mónicas  y a toda nuestra feligresía en los diferentes ministerios en los que laboramos. Quiero que nunca olviden que somos una gran familia, la familia agustiniana, en la Orden, en la provincia y, concretamente, en la Vivaría de Perú. Te invito a vivir esa realidad.  Al sentirte parte de ella podremos caminar y avanzar, todos juntos, formando un cuerpo vivo. Aunque físicamente no nos vemos, esto no será un impedimento para confraternizar y estrechar lazos de amistad, tenemos los medios virtuales que nos ayudan a no perdernos de vista y a mantener vivo el vínculo de la cercanía.

           Hoy más que nunca la Iglesia nos llama a ser testigos reales, vivos y cotidianos, de un Cristo que camina con nosotros, en medio de las debilidades, flaquezas y sufrimiento humanos, y se identifica con su pueblo. Qué mejor manera de reflejar esa bella realidad cuando encarnamos el estilo de vida de Agustín de Hipona, amante de la comunidad y convencido que solo en Dios podemos construirla y formar  un solo corazón y una sola alma dirigidos hacia Dios, pastor incansable y defensor de la misericordia y gracia divinas; cuando encarnamos el estilo de Santa Mónica, mujer de fe inquebrantable, perseverante y rigurosa educadora de la familia; cuando encarnamos las virtudes de Ezequiel Moreno, pastor cercano, humilde, sencillo y siempre disponible, hombre de oración y penitente. 

          Al comenzar esta semana  agustiniana les invito a identificarnos, más  que en otra circunstancia, con ellos, a quienes proclamamos como nuestros guías y lumbreras en este peregrinar. Les invito a mirar con detalle cada una de sus vidas e imitar los pasos que fueron dando por este mundo. Les invito a no quedar solo con las celebraciones virtuales, las reuniones de zoom o los cantos. Les invito a dar un paso concreto, con un compromiso concreto en la familia, en tu barrio o tu parroquia.   

          Desde aquí mi saludo fraterno a todos ustedes.

P. Víctor

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