Fray Víctor Villegas se ha convertido en el primer vicario peruano de la provincia Santo Tomás de Villanueva. Su nombramiento ha sido visto con alegría y curiosidad; no obstante, las espectativas que se han colocado sobre él, son grandes, no solo por el hecho de asumir la vicaría de Perú en este momento, sino por los cambios que debe saber incorporar para revitalizar la adormilada vicaría.
Recoletos Perú conversó con él y esto fue lo que dijo:
1. ¿Qué significa para usted ser el vicario de Perú?
Es una gran responsabilidad. Para mí significa servir a los hermanos, acompañarles, caminar con ellos. Lo dije en la homilía, en mi toma de posesión: “Soy vicario desde ustedes, con ustedes y para ustedes”. Conducir el carro en el que van muchos pasajeros es una tarea que implica desprendimiento y servicio, no es simplemente conducir. Y eso es, justamente, lo que pido al Señor, que me dé el don de poder conducir con humildad, responsabilidad y, sobre todo, con sabiduría. Aparentemente es un cargo de nivel, y las felicitaciones no faltan desde esa perspectiva pero, en realidad es un servicio. Estoy convencido que cuanto más alto es el cargo más alto es el servicio. Por eso es que pido sus oraciones.
2. ¿Cómo recibió la noticia?
Bueno, yo tenía conocimiento que el Provincial había comentado que respetaría la votación de la vicaría. Cuando salió la terna en la web de la provincia me asustó el hecho de estar en la primera opción. Esto me desconcertó porque algo se venía. Cuando me comunicaron la elección el “estómago se puso duro”, pues se confirmó lo que temía. Esta elección implicaba dejar mi querida Chota y el lindo ministerio de la parroquia de Santa Mónica. Pero, recibo el nuevo trabajo con cariño y con la certeza que con el Señor todo se puede.
3.- El provincial dijo en el Capítulo, que la Orden se está atreviendo a vencer algunos miedos. Los resultados de este capítulo es una prueba de ello, ¿Qué miedos aún nos faltan vencer?
Creo que el primer miedo que debemos romper es “el confiar”. En primer lugar, “confiar” que el Señor no nos abandona a nuestra propia suerte; con la confianza puesta en él, creo, que podemos confiar en nosotros mismos y, por su puesto, “confiar” en los demás. Creo que las tres confianzas van de la mano, si dejas una, malogras todo. Tampoco se trata de ser ingenuos y lanzarse a una piscina sabiendo que no tiene agua, pero tampoco se trata del otro extremo. Yo creo que Dios es providente y siempre está con nosotros. Por ahora se me ocurre solo este “miedo”.
4. ¿Cuál será su primera tarea o sus primeras decisiones en la Vicaría de Perú?
Pues mira, estoy trabajando en ello. Estoy visitando las casas, escuchando a los hermanos, estoy tratando de conocer todo lo que implica el movimiento de la vicaría. Lo primero que tengo que hacer es conocer donde voy a trabajar y en lo que voy a trabajar. En lo que respecta a decisiones no puedo hacer mucho, todavía no tengo mi consejo establecido, recién tengo cuatro o cinco días en Lima; además, hay que esperar decisiones del provincialato y la asamblea de la vicaría. Esta será mi primera asamblea como vicario y la considero fundamental. De allí surgirán ideas para las primeras decisiones.
5. La formación y la promoción vocacional son asignaturas pendientes que la vicaría tiene que asumir con responsabilidad, ¿Cómo enfrentará el tema de la formación y la promoción vocacional?
¡Uy chico!, me haces preguntas difíciles. Yo lo único que te digo es que nuestros formadores deben formarse y actualizarse constantemente y deben ser los que más reflejen, con claridad, el perfil del agustino recoleto. Creo que debemos tener claro lo que queremos y buscamos en un candidato, lo que queremos lograr luego de un proceso de formación. No nos olvidemos que se trata de tener los que se deben tener y formarles con todas las herramientas necesarias; ahora, más que nunca, se debe poner énfasis en el proceso formativo dadas las situaciones difíciles que se están viendo en la Iglesia. Respecto a la promoción vocacional, te diría que no se trata de tener los seminarios llenos, se debe admitir a los que respondan a los patrones establecidos, sin olvidar que hay un proceso de formación por delante que irá perfeccionando al candidato. No caigamos en la ilusión de buscar gente perfecta, que no vamos a encontrar. Por otro lado, hay algo que me parece fundamental y a veces olvidamos: “la gracia divina”. Yo diría que, sin descuidar la ayuda que las ciencias sociales nos brindan, no olvidemos que quien llama es el Señor y, ¡ojo!, llama a quien quiere. Pareciera, en no pocos casos, que nosotros queremos ser los que llamamos usurpando, así, el puesto del Señor.
6. El Papa Francisco exhorta a recurrir a los laicos. La Orden cuenta con las FSAR y las JAR, ¿De qué manera va a potenciar estas instituciones?
Bienvenidas estas instituciones que quieren vivir nuestro carisma. Esta es una forma de extender a Agustín en el mundo y mantenerlo vigente. Es trabajo nuestro cuidarlas y promoverlas salvaguardando sus objetivos y, siempre de la mano con la comunidad agustino recoleta que les acoge. Nunca deben caminar de espaldas a la comunidad. Creo, también, que debemos tener un espíritu abierto a la Iglesia, y la Iglesia es universal. Por lo tanto no podemos descuidar, sobre todo a nivel de parroquias, el trabajo con los diferentes grupos y movimientos parroquiales, siempre con el talante agustiniano, por supuesto, pero respetando su particular espiritualidad. Precisamente, en la diversidad está el brillo y la riqueza de nuestros ministerios, y en esta diversidad es que se notará, mucho más, nuestras fraternidades y las JAR.
7. ¿Qué papel otorgará a los medios de comunicación sociales para mejorar la tarea evangelizadora y comunicativa de la Orden?
Hay mucho por hacer. Creo que en esto no se ha trabajado mucho. Hay que dar empuje no sólo a los medios tradicionales sino también a las diferentes redes sociales y tecnología audiovisual. Si no echamos mano de toda esta riqueza para traspasar fronteras, llevando el evangelio, estaremos desperdiciando las oportunidades que el mismo Señor nos presenta.
8. ¿Cómo imagina usted a la vicaría de Perú de aquí hasta el 2022?
Mira, lo he dicho en tantas oportunidades: No partimos de cero. La tarea nuestra es trabajar y avanzar, continuar caminando. Este caminar implica, algunas veces potenciar lo que se ha estado haciendo, otras significa empezar algo, otras parar, otras re-direccionar, etc. A este ritmo, créeme, que para el año 2022 cosas nuevas habrán. Y concluyo con esto, cosas nuevas habrán porque todos empujamos el carro; es la comunidad, es el trabajo en equipo, y con el aporte de todos que se logra todo. No nos olvidemos que el combustible de todo trabajo es la gracia y la providencia de Dios.
Entrevista a Fr. Víctor E. Villegas Suclupe OAR: Despues del Capítulo ¿Qué? / Recoletos Perú: Año 22, N°95, octubre – diciembre de 2018, páginas 15-17.