Por estas fiestas suelen aflorar sentimientos que mueven al corazón a tomar actitudes de acogida, de fraternidad, de compartir; pareciera que las relaciones humanas se volvieran más llevaderas y la gente se vuelve más sensible. Y ciertamente, no es para menos: “Nace el Hijo de Dios, Dios mismo se hace hombre”. Pero, pienso que más que dejarse llevar por sentimientos o emociones, que por lo general son pasajeros, esta época debería ser para tomar decisiones; decisiones respecto a uno mismo y respecto a los demás, y siempre de la mano de Jesucristo.
Los sentimientos no se pueden evitar, simplemente brotan y hay que encausarlos, pero estos no pueden ser el timón de la vida, por ser muy fluctuantes. Por ello es que cuando pasan los sentimientos también pasan las actitudes que se tomaron basadas en aquellos.
Desde esta perspectiva, es de las decisiones tomadas y no de los sentimientos que las actitudes deben nacer. Las decisiones serias y correctas son consecuencia del discernimiento y se basan en la voluntad, llevan consigo un compromiso, retos, la palabra misma. Creo, además, que toda decisión debe ir acompañada de la responsabilidad de asumir las consecuencias de dicha decisión. Sólo cuando la vida camina en torno a decisiones se puede lograr metas y objetivos y, por su puesto, lograr la felicidad. Si las decisiones tomadas van acompañadas de gozo y júbilo, en buena hora; pero si no es así, no hay problema, la decisión está tomada, y hay que luchar hasta conseguir el objetivo trazado.
Jesucristo nace, y quiere nacer en nuestros corazones. Él quiere que nos comprometamos con su causa y para ello necesita, más que los sentimientos, nuestras voluntades. No quiere simples emociones que surgen en determinadas épocas del año, Él quiere cada día de la vida, quiere la perseverancia, lo que perdura, lo que no pasa.
Hermanos, el Señor nos espera, quiere que seamos felices: QUIERE NACER EN EL CORAZÓN. Desde el corazón podrá transformar al ser, y así cada cual será buen instrumento para poder transformar el mundo.
P. Víctor Emiliano